sábado, 3 de agosto de 2013

La música y la maldición de Tutankamon

Desde que Howard Carter respondió a la pregunta “¿Qué es lo que ves?" de Lord Carnarvon con las famosas palabras “Cosas Maravillosas”, ha pasado casi un siglo en que el misterio que rodea este descubrimiento ha dejado huella en varias generaciones de personas que vivimos en el mundo en mayor o menor medida.

Era un 4 de Noviembre de 1922 en que la tumba KV62 fue descubierta y se procedió a entrar en ella, en medio de un ambiente espeso pero con los dos protagonistas  principales de esta aventura, Howard Carter y Lord Carnarvon, llenos de sueños de triunfo en su cabeza, sueños que fueron recompensados con creces, la primera tumba casi intacta había revelado la magnificencia del Egipto faraónico al mundo, fue en esta tumba donde la arqueología moderna nació, se tuvieron que desarrollar nuevas técnicas para levantar cada objeto, se utilizo por primera vez la fotografía como herramienta de documentación y los trabajos se llevaron a cabo con una paciencia rigurosa, nada se levantaba sin que primero hubiera sido estudiado desde todos los ángulos, posicionado en mapas, dibujado y fotografiado hasta el cansancio, después se trasladaba cuidadosamente a una tumba vacía, la cual quedaba justo a un lado de la KV62, y que había sido habilitada como laboratorio de trabajo para los curadores y embaladores de la expedición.
 

He aquí que entre los objetos, de manera casi mágica se hallaron dos trompetas, una de oro y otra de bronce, dos instrumentos musicales únicos y que permanecían mudos desde hacia más de 3000 años, y permanecerían así algún tiempo mas, durante los años que se dedicaron a catalogar, conservar y reparar los artículos extraídos de la tumba.

Años después el Pionero de la radio y amante de la Egiptología Rex Keating, recordó la existencia de las dos trompetas, estas se hicieron muy importantes para el ya que en la época del gran descubrimiento vivía en Egipto, solo tenía 12 años y era hijo de un oficial de puertos británico, no es difícil imaginar que la gran epopeya que represento el descubrimiento de la tumba real inflamo la imaginación de un niño aventurero, años después este muchacho propuso que las trompetas deberían resucitar su misterioso sonido y se puso en campaña, entrevisto a muchos trompetistas y el elegido fue James Tappern, un músico de extraordinaria capacidad para comprender las técnicas que debía utilizar con un instrumento tan especial; por otra parte fue toda una odisea que el servicio de antigüedades británico aceptara, no sin horror, que esto se realizara.

Después de estudiar los instrumentos junto con Tappern se eligió la trompeta de bronce para el concierto, se preparo una boquilla moderna, ya que el instrumento no traía una, ni siquiera había un dibujo que diera una idea de cómo eran las boquillas en esa época, y después de cuidadosos preparativos al fin dieron luz verde para la realización del evento en los estudios de la BBC de Londres.


Fue así que una noche del año 1939 todo estaba listo, mas los faraones empezaron a manifestar que ellos aun tenían injerencia en este mundo, máxime si alguien trataba de perturbar de cualquier forma la tranquilidad del faraón y he aquí que 5 minutos antes de iniciar a tocar Tappern hubo un gran apagón que dejo sin luz a Londres, se encendieron velas y cuando la luz regreso se inicio sin dilación el concierto, entre los asistentes y asesores del mismo se encontraba Alfred Lucas, último miembro vivo del equipo de Howard Carter y quien estaba sumamente nervioso, ¿temía tal vez que los sonidos de la trompeta despertaran la maldición de Tutankamon que ya para entonces había cobrado la vida de muchos de los descubridores de la tumba?

El concierto inicio y los sonidos guturales, profundos y llenos de misterio inundaron el estudio, al terminar la última nota un sonido seco se escucho y Alfred Lucas cayó al suelo colapsando al mismo tiempo, este fue llevado al hospital y el instrumento musical se reviso, estaba roto, aunque se reparo este,  la salud de Lucas fue mas difícil de recuperar, en cuanto estuvo listo abandono Inglaterra sin decir nada y se dirigió a Luxor donde murió 6 años después del concierto en 1945.

Pero los misterios de la maldición solo empezaban, después de este concierto dio inicio la segunda guerra mundial, después cuando se toco por segunda vez estallo la primera guerra del golfo y hace apenas unos meses, antes del levantamiento egipcio, un empleado de mantenimiento la toco y el estallido revolucionario cimbro al mundo, fue durante este que la trompeta fue robada junto con otras obras de arte procedentes de la tumba, se dice que el ladrón fue presa de aterradoras visiones al tocar el mismo la trompeta y la dejo abandonada en una bolsa en el metro del Cairo junto con otras piezas y se recupero este objeto, ahora bien después de que fue abandonada y recuperada vino la segunda revolución egipcia que aun sufrimos a esta fecha con la caída del primer presidente elegido democráticamente, al parecer la maldición de Tutankamon en el caso de las trompetas es de tintes bélicos.

Otra extraña situación ocurrida hace algunos años fue el hecho de que la única grabación completa del concierto de Tappern estaba en poder de su hijo, durante una mudanza el disco quedo destruido y la grabación completa se perdió, después de buscar en archivos de la BBC se encontró copia de la misma aunque al parecer solo es un fragmento de la original.

¿Los faraones aun viven entre nosotros?, ¿es su música una advertencia a nuestro orgulloso mundo moderno?, ¿Qué sorpresas nos tendrá reservadas el futuro si se toca alguna vez la otra trompeta, la de oro?...

…tal vez sea mejor que nunca lo sepamos.

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