Hace unos minutos leí en grandes titulares que los
tribunales de Australia permitirán que se patenten genes humanos, lo cual es un
tema interesante ya que coincide con una novela de Robín Cook, llamada
precisamente ADN donde una universidad y una empresa tienen patentados los
genes de un individuo que son útiles para la producción de cierto medicamento.
Todo esto me llama la atención ya que eso abre las
posibilidades a muchas opciones, ninguna de ellas agradable para los humanos, ¿Qué
pasara con las personas cuyos genes de ojos azules ensueño sean patentados? Imagino
que los inspectores de dicha compañía podrían llevarlos a los tribunales y por
medio de sus abogados decirle algo como:
-señor usted no puede ir por la calle con sus ojos “azules
de ensueño”, ya que infringe la ley de patentes.
-pero…- contestaría el tipo de ojos “azules de ensueño”- ¿con
que ojos debo ir si naci con ellos?
A lo que el abogado contestaría:
-¡¡¡aaaahhhh!!!!, entonces confiesa usted que es un
delincuente consuetudinario ya que lleva mucho tiempo haciéndolo.
A lo que el azorado acusado replicaría:
-bueno, es que… ¿Qué otra cosa puedo hacer?
Terminado el caso y después de las deliberaciones de los
jurados, en los países donde se acostumbre tener jurados, se determinara que el
individuo en cuestión deberá pasar unos veinte añitos en la cárcel, pagar una
multa y llevar lentes oscuros el resto de sus días a menos que pague la debida
licencia a la compañía que tenga la patente del gen de los ojos “azules de
ensueño”.
Lo mismo puede ocurrir con cualquier otra parte de nuestro
cuerpo, conforme se vayan patentando los genes, con lo que pronto tendremos una
larga lista de genes comerciables, imagino ya una larga fila de cajas con
inyecciones genéticas, tantas como colores de tinte tiene el cabello de mujer,
(mas que las estrellas en el cielo), pongamos por caso que entramos a nuestra
tienda genética favorita y comenzamos a andar por los pasillos.
“Genotran, tenga piernas de cartero”, “Ojigen, para unos
ojos brillantes, disponible en verde acuarela, gris perla sucia, café cosecha
colombiana y muchos más”, “bragen, tenga unos brazos como los de Mister
Universo”, “Curvex, tenga el cuerpo de una Barbie” y un largo etc.
Dichas cajas con una simple inyección al principio y unas
cuantas pastillas al día después nos darán la imagen de nuestros sueños, ojos
de galán de cine, cuerpo de adonis o Hércules, piernas de corredor de pista,
nariz de estatua griega y bucles de ricitos de oro, por no hablar de las mas estrambóticas
combinaciones que podamos encontrar, mediante la mezcla de estas pastillas e inyecciones
podremos obtener a un Prometeo de escultural figura y rostro de dios griego
pero con el color del ébano o una bellísima Venus con rizos afro, bemba de
angoleña, cuerpo abundante y color de piel casi albino.
La imaginación seria limite, e incluso pronto se avendrían a
sacar productos genéticos mas “exóticos” como sería la de “una simple inyección
y obtén unos cuernos más grandes de los que tu esposa te pone” y el producto te
pondrá ante una amplia variedad de modelos de cuernos, “Toro de lidia”, “Alce
americano en primavera”, “Búfalo de agua”, las opciones son inmensas y a cada
instante se antojan perversas.
Estamos en una encrucijada en la historia, por otro lado la economía
es un asco, lo cual aun nos pone en situaciones más peligrosas, ¿Qué sucederá con
la hermosa mujer de piernas bellas por naturaleza que por necesidad venda sus
genes?, ¿tendrá después de hacerlo que ponerse la inyección de “piernas flacas
cuervo mexicano” porque la patente de la empresa indica que ella ya no tiene
derecho a portar sus propios genes? y a esto, ¿significara que la belleza será pronto
un asunto de ricos?, el mito de la “gente bonita” ¿se hará realidad?
Son un amplio panorama de preguntas que nadie aun se ha
respondido, yo por lo pronto ya estoy eligiendo mi propia lista de compras,
veamos, “ojos grises tormenta”, “boca carnosa y besucona”, “piel, cerveza
apasionada”…
www.phandret.blogspot.com
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