lunes, 22 de febrero de 2010

San Juan del Rincon

Año 2099

Las nubes negras de contaminación se cernían amenazadoras en la megalópolis de México Central, la antigua Ciudad de México había pasado ahora a ocupar el centro de esta increíble selva de concreto, las ciudades cercanas de Puebla, Tlaxcala, Toluca y Cuernavaca ahora eran parte de la misma y concentraban cerca de 50 millones de habitantes.

Norberto Massiel, un simple obrero de la construcción abrió los ojos lentamente, se encontraba cansado, la jornada laboral del día anterior había sido intensa, la instalación de las nuevas vías de fibra de cerámica superconductora para el metro había sido bastante cansado, no por lo pesados de las piezas ya que estas eran prácticamente ligeras como plumas, sino por el sinnúmero de preparativos que debían llevarse a cabo para instalarlas, desde el estudio y supervisión de la instalación por parte de los ingenieros como la misma interconexión de los rieles entre uno y otro.

Observo a su alrededor y comprendió que su esposa no se encontraba en ese momento, probablemente habría ido al supermercado a cambiar algunos de los vales de despensa que le empresa le daba de acuerdo con las horas trabajadas, eso aparte del sueldo que cada semana aparecía en su chip personal, una cantidad bastante respetable de ceros y que sin embargo no servía para nada ya que en la actualidad le mega quiebra de la bolsa de valores había provocado una mega inflación, esto le parecía gracioso, en la actualidad todo era mega.

Prendió la pantalla de imagen laserplasma holográfica, el aparato que había sustituido a las televisiones y que increíblemente llevaba insertada en el ojo izquierdo, este aparato podía conectarse a las neuronas y ser controlado bajo ondas alpha cerebrales, la ventaja de estos dispositivos estribaba en gran parte de que uno podía estar cómodamente acostado en la posición que deseara y hasta con los ojos cerrados y las imágenes las seguiría viendo con nitidez.

Esa mañana apareció un nuevo comercial referente a los nuevos supe hospitales donde la gente podría curarse de todas esas nuevas enfermedades que aparecían cada cierto tiempo en el país, por alguna razón las epidemias se habían hecho mas frecuentes en la segunda mitad del siglo XXI y con ello el poder de las farmacéuticas que después de la debacle en la primera mitad del siglo habían resurgido con un nuevo y encumbrado poder.

Después de este comercial inicio el supe noticiero, también le hacía gracia que los programas actualmente parecían ser súper, en ese instante apareció la figura del comentarista, un hombre joven y con aspecto algo desgarbado que tenia la tendencia a dar un pequeño brinco cada vez que iniciaba alguna nueva nota.

-en otras noticias- dijo el comentarista- San Juan del Rincón, la nueva ciudad ejemplo del progreso en México y el mundo anuncio que sus habitantes son las personas con más ingresos per cápita de México…

Norberto abrió los ojos, en su ojo derecho busco a su lado la pequeña computadora que tenia para consultar lo que le interesara, al escuchar al comentarista recordó que hacia un par de meses un tío suyo había decidido irse a vivir a San Juan del Rincón cansado de la mega ciudad y por lo que había escuchado sobre la perspectiva de vida de ese lugar, tomo la computadora y verifico el numero de intercom de su tío, señalo la pantalla con el dedo y se abrió otra pantalla que le indicaba que la conexión estaba realizando, esto tardo unos minutos, pero su tío no dio muestras de contestar, le había dado curiosidad saber que habría sido de él, tal vez incluso fuera una gran oportunidad, de acuerdo con lo que había escuchado en las noticias San Juan del Rincón era el último gran éxito del Gobierno federal de México, una ciudad construida para que la gente viviera y progresara, nada de contaminación, nada de aglomeración, nada de delincuencia, era perfecto.



Dos meses pasaron, su tío no había aparecido y Norberto estaba muy preocupado, le había comentado lo ocurrido a su esposa, la bella Melina, quien le dijo que tal vez no quería hablar con él, pero estaba seguro de que su tío no era capaz de hacerle eso, así que decidió ir a verlo por sí mismo, al llegar al edificio donde antes vivía su tío el nuevo autoporter, un robot pequeño de apenas un metro de color blanco y con aspecto antropomorfo le cerró el paso.

-no puede entrar aquí sin cita – le dijo con una suave voz femenina.

-vengo a ver a mi tío – comento Norberto con fastidio, los autoporter le parecían bastante estorbosos pero eran un mal necesario, estaban equipados con un gas paralizante para el caso de tener que actuar sometiendo a un intruso que no acatara sus ordenes – es el Señor David Serrano del 1788 en el piso 156.

Los edificios de apartamentos eran los más altos de la Ciudad, el que habitaba su tío tenía alrededor de 250 pisos y una altura de más de 500 metros.

-no vive aquí, está usted equivocado – contesto el autoporter.

Norberto se dio la media vuelta decepcionado, sabía que eso era probable pero no sabía si se había llevado a toda la familia lo cual probablemente era lo que había ocurrido, salió del edificio y la idea fraguo en su mente.

Recorrió agencias de viajes, estaciones de autobuses, aeropuertos, y en todos llegaba a la misma respuesta.

Al cabo de mediodía de búsqueda regreso a casa agotada y algo preocupado.

-¿Qué te ocurre?-le pregunto Melina

-algo extraño – contesto Norberto – he querido localizar al Tio David y me ha sido imposible, se me ocurrió la idea de ir a verlo a San Juan del Rincón y no hay ningún vuelo, camión o siquiera algún camino es como si el sitio en realidad no existiera.

-pero que dices- le comento Melina – diariamente vemos en las noticias de lo que ocurre allí.

-exacto- contesto Norberto – a cuantas personas conoces que hayan estado allí, o que tengan un pariente en ese lugar.

-bueno – dijo Melina levantando la mano dispuesta a enumerar a sus conocidos pero no encontró ninguno – admito que es extraño.

Durante días estuvieron curioseando entre los vecinos y preguntando en algunas dependencias de gobierno pero la respuesta era siempre la misma:

-“no tenemos oficinas halla” o “no conozco a nadie en ese lugar”

Esa noche se ecnontraban hablando de ello, habían recibido llamadas sobre la conveniencia de dejar de hacer preguntas pero Norberto no quería dejarlo, la sospecha se acrecentaba , fue después de ir a las oficinas de catastro y estadística que las cosas comenzaron a cambiar aun mas, recibieron sospechosas llamadas que les advertían sobre la necesidad de que dejaran de hacer preguntas, pero a Norberto le preocupaba mas su tio.

-sabes , voy a presentar una denuncia en la policía por persona desaparecida.

Busco en la pantalla de la cocina y eligio el numero de la policía, hablo durante un buen rato, les dijo sus sospechas y en la policía levantaron su denuncia muy diligentemente, media hora después corto la comunicación.

-bien amor – dijo Norberto – ya esta, ahora si sabremos lo que ocurre aquí.

Fue lo último que pudo decirle a su esposa, la puerta salió volando por la explosión la policía federal entro a la casa rápidamente, todos iban vestidos de negro con trajes de nanotubos de carbono que les permitían mas protección y movilidad, eran como corazas pero con la flexibilidad de la tela, al cabo de cinco minutos Norberto y Melina salieron con las manos esposadas rumbo a la salida del edificio, dos hombres se quedaron a revisar lo que habían estado haciendo antes de entrar.

Meses después nadie diría que Norberto y su esposa hubiesen vivido alguna vez en ese departamento, una familia nueva lo habitaba y si alguien tenia la simple pregunta de ¿A dónde estaban los anteriores vecinos?, recibia una visita de la policía federal, mientras esto pasaba las noticias de San Juan del Rincón salían al aire diariamente hablando de su extraordinario progreso y del éxito del gobierno en esta población modelo.

Los trabajadores de la Secretaria de Gobierno continuaban sus labores diarias, muchos de ellos tenían en sus escritorios fotos de las playas de San Juan del Rincon y suspiraban por el dia en que podrían ir a vivir allí, mientras tanto en los sótanos de la oficina de gobernación en Bucareli un servidor continuaba con su labor eterna, las siglas SJR se leían en uno de sus costados y dentro de el vivian los 50000 pobladores que se encontraban en ese momento en San Francisco del Rincon, dos nombres se habían sumado a la lista y dos nuevos seres virtuales convivían desde hacia unos meses con los habitantes, estos seres respondían a los nombres de Norberto y Melina y habían sido programados en base a los de carne y hueso que ya jamás existirían.

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